Desde 1565, el Galeón de Manila conectó Asia con América, transportando especias, sedas y porcelanas entre Filipinas y Acapulco. Durante su viaje, las naves necesitaban un puerto de refugio en la costa del Pacífico norte.
La Corona Española consideró a California como un punto estratégico para apoyar esta ruta, pero la falta de asentamientos dificultó la operación. Piratas como Francis Drake y Thomas Cavendish asaltaron estas naves, lo que llevó a una mayor preocupación por proteger la región.
